¿Qué se entiende por "mozárabe" en arquitectura?
El término "mozárabe" ha sido ampliamente
utilizado por historiadores del siglo XX para definir las
manifestaciones arquitectónicas fechadas en los siglos IX y X en el territorio
astur-leonés, basándose en que a los cristianos que vivían en territorios
dominados por el Islam en estas fechas se les designaba con ese nombre y
defendiendo que fueron precisamente ellos los que, después de huir de
Al-Ándalus, levantaron estos edificios. Pero la historiografía moderna prácticamente
lo ha descartado porque considera que no responde a la realidad, y aunque desde
la segunda mitad del siglo XX algunos autores lo sustituyeron por “arte
de repoblación”, en la actualidad este término también se cuestiona, pues
las construcciones de repoblación se extendieron hasta el siglo XII, cuando ya,
claramente, el románico se había convertido en hegemónico en toda Europa,
además de que, verdaderamente, no hubo una repoblación como tal, pues aunque se
creía que la banda del Duero había quedado despoblada, lo cierto es que no fue
así, y siguieron existiendo núcleos de población aunque desorganizados. Así, la
actual historiografía especializada defiende el término “arquitectura
de fusión” para englobar una serie de intervenciones entre los siglo
IX y X en el territorio astur-leonés que consistieron en restaurar y
revitalizar edificios pre-islámicos en los se mezclan elementos autóctonos con
guiños califales, estos últimos provocados por la intervención de alarifes
procedentes de Al-Ándalus, aunque no exclusivamente cristianos sino también
musulmanes, quizá por participación de talleres itinerantes, artífices
conversos o esclavos. Lo que no podemos negar, independientemente del término
que utilicemos para designarla, es que es una arquitectura que refleja los
intensos contactos entre culturas y tradiciones diversas propios de un territorio
cultural de frontera.
Fenómeno del equinocio en la Capilla de san Miguel del Monasterio de san Salvador de Celanova, en la provincia de Orense. Fuente. |
La verdad es que es un problema, en secundaria se sigue usando (por comodidad) el término mozárabe, aunque yo siempre planteo las dudas de los especialistas. Teniendo en cuenta que el prerrománico peninsular es tan rico y variado, que no confundan visigodo con mozárabe y con asturiano es un logro. Gracias por esta entrada.
ResponderEliminarQuizá el problema esté en tanta "denominación", en tanto querer encasillar y en buscar características comunes que muchas veces no existen. A un profesor de Arte de la Complutense yo le llamaba (con cariño) "el Bargueño", pues todo quería meterlo en cajoncitos y mostrárnoslo ordenadito. Pero entiendo los problemas que deben plantearse en secundaria, pues a l@s adolescentes hay que darles unas pautas, aunque después, con el tiempo, ell@s mism@s, si profundizan en los temas, las desechen.
EliminarSiempre he tenido la sensación de que mucha de la tendencia a la hiperclasificación del Arte (y en otras disciplinas) se debe a la falta de creatividad en la investigación. Por lo tanto, para rellenar hojas y expediente, se establecen esas megaestructuras artificiosas que hacen parecer que se ha trabajado mucho y bien, en las que normalmente no se tiene en cuenta a las gentes que las originaron, de las que en su mayoría no sabemos nada de sus vidas ni de las circunstancias que les llevaron a llevar a cabo esas obras.
EliminarNo conozca mucha gente de secundaria, pero q haya profundizado en la mozarabización, ninguno.......Pero profesores preocupados por el tema creo q había dos a finales del s.xx, se jubilaron y .....
ResponderEliminarPues a mí, mozárabe me sigue pareciendo el término más adecuado. No deja de ser un convencionalismo, como tantas otras denominaciones, pero no veo el beneficio en sustituir un término ya acuñado y conocido, por otro que apenas conocen o defienden unos pocos eruditos y que tampoco creo que defina del todo bien ese "estilo". También bizantino es un término incorrecto porque ellos mismos se denominaban como romanos, pero no vamos a cambiarlo ahora solo porque no sea del todo correcto.
ResponderEliminarTal vez se comprenda mejor el adjetivo mozárabe si se extrapola de la arquitectura para tener una visión más global. Este adjetivo está asociado a la comunidad cristiana de la época visigoda que sobrevivió en la península Ibérica tanto en el núcleo del norte como en los territorios bajo dominio musulmán. Conservaron el latín como lengua de comunicación interna y ritual y el legado litúrgico y musical de la época visigoda. La progresiva presión que sufrieron provocó un movimiento migratorio hacia el norte, llevando consigo costumbres estéticas y rituales propias que fueron progresivamente readaptándose y que en el ámbito religioso se caracterizó por la resistencia a asumir el rito romano frente al que se conoce como hispano o mozárabe, y que aún se conserva y práctica en una capilla de la catedral de Toledo. José Ramón Gómez.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu exhaustivo comentario José Ramón. Muy aclaratorio. Hace poco me enteré de que con la llegada de una nueva comunidad císter en 1992 al monasterio de Santa María de Valdediós también se recuperó la celebración de la misa mozárabe en el Conventín, la iglesia prerrománica de San Salvador que está al lado, aunque ya no se celebra porque dicha comunidad se vio obligada a abandonar el monasterio en 2009.
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