La Real Biblioteca de El Escorial

La Biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial se encuentra sobre el atrio que antecede al patio de los Reyes siguiendo la tradición española iniciada en el colegio vallisoletano de Santa Cruz de ubicarla encima del ingreso, aunque el resultado aquí no sea el de una fachada universitaria sino el de una fachada de iglesia serliana que transmite un templo de tres naves.
Es la primera biblioteca real abierta al público, ideada como depósito de todos los saberes y fuente de prestigio para la monarquía, un proyecto que partía de 1556, cuando Juan Páez de Castro ya le propuso al rey su creación en Valladolid, donde en ese año estaba la corte.
De todos modos, la primera idea en El Escorial fue la de una librería monasterial sin más, pero cuando en 1564 se decidió duplicar la comunidad y hubo que ampliar las Salas Capitulares ocupando el espacio que hasta ese momento se había destinado a biblioteca en la crujía sur del claustro de los Evangelistas, coincidiendo con nuevo espíritu de Trento, Felipe II decide potenciar la Biblioteca, el Seminario y el Colegio, y convierte la primera en Real Biblioteca aunque con una fuerte proyección monástica, y se traslada al zaguán de la fachada principal para enlazar el colegio, a la izquierda, y el convento, a la derecha. 
El pavimento de mármol blanco y gris contrasta con el rico colorido de la bóveda, decorada con pintura al fresco por Pellegrino Tibaldi con una fuerte influencia de Miguel Ángel. El programa iconográfico surgió de la estrecha colaboración entre el pintor, el arquitecto, Juan de Herrera, los bibliotecarios, Arias Montano y fray José de Sigüenza, y el propio rey, con las Alegorías de los saberes, desde la Filosofía a la Teología pasando por las Siete Artes Liberales. El testero norte, en el lado del Colegio, muestra a la Filosofía, con una reproducción de La Escuela de Atenas de Rafael en el friso bajo. En el testero sur, el del convento, está la Teología, con el friso con el Concilio de Nicea condenando la herejía arriana, clara alusión contrarreformista. En los siete compartimentos de la bóveda se representan la Gramática, la Retórica, la Dialéctica (Trivium), la Aritmética, la Música, la Geometría y la Astrología (Quadrivium), con ilustres exponentes de cada una de ellas en los lunetos.

Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de el Escorial. Fuente.

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